El archivo de mi papá

Cuando murió mi padre el 31 de diciembre del año 2017, comencé una tardea de ordenar, clasificar y distribuir sus pertenencias. El proceso duró casi un año. Y fue una manera de irlo despidiendo, atesorando distintos objetos/recuerdos de gran poder simbólico. Entre los tesoros que guardé fue una caja llena de copias de fotos de descartes. Imágenes de su trabajo (era ingeniero civil dedicado a la construcción) que no eran lo suficientemente buenas como para haber tenido un espacio en las memorias de cada proyecto. Esas fotos, que no respondían al canon de la fotografía de industria las volví a mirar unos años más tarde, descubriendo en ellas la mirada que una generación tuvo sobre el territorio. Muchas son movimientos de tierra, modificaciones a gran escala del paisaje existente, en búsqueda de la promesa del progreso.


Las imágenes pertenecen a obras realizadas desde los años 70 a los 90. Las primeras pertenecen a una época en que vivió en ecuador y Bolivia, modificando esos paisajes y luego de regreso varias son de esa época de postdictadura. Muchas, visualizan una época de cambios estructurales en los ecosistemas nacionales, cambios no solo económicos, sino políticos, ecológicos y culturales.

Hoy el archivo de mi padre pareciera ser un inventario de heridas en el paisaje, una mirada sobre el territorio como un recipiente pasivo que existe para ser productivizado por la mano del hombre, lo que estructura un tiempo de desarrollo y promesas de modernización en que sustentan la modificación radical del paisaje.